Introducción
Para hablar de
herramientas hay que remontarse hasta los orígenes del hombre porque, desde
siempre, lo acompañaron en su evolución. Cuando las manos del hombre ya no eran
suficientes para realizar alguna tarea, necesitó algún objeto o dispositivo
para ayudarse, así nacieron las herramientas.
Al
hablar de herramientas y máquinas herramientas es menester aclarar que,
contando ambas con distintos orígenes, la historia se encargó de unir sus
desarrollos y evolución, al punto de existir en la actualidad una dependencia
directa de unas con otras, siendo ambas pertenecientes a industrias distintas.
El
origen de las herramientas puede situarse hace más de 50.000 años durante la
Edad de Piedra. Aparecen las primeras flechas y cuñas preparadas por nuestros
antepasados.
El
primer salto evolutivo destacable se comienza a ver hace unos 6.500 años
durante la Edad de Bronce. Se producen utensilios para alfarería. Los más
antiguos hallazgos arqueológicos los datan en esa época. Hace 3.400 años,
durante la Edad de Hierro, se desarrollan las primeras herramientas de corte el
hombre comienza a trabajar con corta fríos y unos rudimentarios taladros.
Si
bien las herramientas fueron variando en cuanto a su forma, diseño, tamaño,
calidad, hoy en día siguen siendo el principal auxilio con que cuenta el ser
humano para realizar su trabajo. Miles de ellas surgieron en esa evolución,
empezando por la simple palanca que, sin duda, fue una de las primeras.
Herramientas como prolongación de la mano del hombre
Desde nuestros
orígenes, el hombre aprendió a manipular elementos simples. Posiblemente,
empezó a hacerlo cuando ya no pudo realizar su trabajo con las manos. Tanto
fueran simples utensilios para uso diario, como otros elementos verdaderamente
utilizados para efectuar algún trabajo determinado, en lo conceptual, podemos
decir que las herramientas son la prolongación de la mano del hombre. En lo
real, decimos que las herramientas son el medio que permiten al hombre realizar
lo que no puede hacer con las manos.
No sabemos a ciencia
cierta cuándo el hombre tomó conciencia de utilizar un adminículo que le fuera
útil para lograr su objetivo. Pasaron muchos años desde las primeras flechas y
cuñas hechas por nuestros antepasados, pasando por la palanca, la rueda, el
canasto, la cuerda, los recipientes, etc. Aprender a dominar el fuego, y más
tarde, con ese fuego manipular metales, no hizo más que reafirmar una mejora en
sus habilidades y su intelecto. El hombre pasó por la Edad de Bronce, la Edad
de Hierro, y en todas estas etapas las herramientas creadas fueron muy pocas,
casi no contaron con una trascendencia tal que justificara su mención.
Podríamos decir que
recién hace unos 3.400 años antes de Cristo, el hombre comenzó a utilizar unos
rudimentarios taladros, masones de golpe y corta fríos, todos pertenecientes a
la Edad de Hierro. Se podría decir que estas fueron las primeras herramientas
medianamente equiparables a las herramientas actuales, cumpliendo estas las
mismas funciones que sus similares modernas. Con el tiempo, la evolución puso
su parte y el desarrollo e ingenio del hombre puso la otra. El hombre creció,
con él también sus necesidades, y con estas aparecieron nuevos utensilios que
terminaron en herramientas, cuando de trabajo se trataba. Hoy la herramienta es
la mejor aliada del hombre cuando este emprende un trabajo, es más, resulta muy
difícil hablar de un trabajo sin hablar de sus herramientas, la fuerza de esta
palabra ha llegado a tal punto, que hemos llegado a su desmaterialización,
incluso hoy día, solemos hablar para determinados trabajos, de herramientas
intelectuales.
Desde el principio y casi
toda la vida, el hombre y la herramienta han compartido sus historias.
Aparición de las primeras máquinas
Si a esta palabra le
agregamos, máquina usada como herramienta, nos tendríamos que remontar al
Imperio persa entre 600 y 500 aC. con los primeros telares textiles porque
entonces, se utilizaban rudimentarios tornos alfareros, cuya función era la de
poner en una situación giratoria a la pieza a trabajar.
Tecnológicamente, se
diría que las primeras máquinas herramientas fueron tornos y taladros muy
sencillos cuando el hombre dejó libre sus manos, pudiendo imprimir el
movimiento necesario con el pie, mediante el artilugio de pedal y pértiga flexible.
Esto fue aproximadamente en un periodo posterior al Imperio romano, entre los
años 1000 al 1200 de nuestra era.
Durante muchos años
posteriores, los tremendos cambios sociales y culturales producto de las
constantes luchas, guerras e invasiones mutuas entre imperios y naciones, del
hasta entonces mundo conocido, no permitieron mayores desarrollos. Solo
tuvieron evolución aquellos vinculados al diseño y la fabricación de
armamentos. Se podría decir que fue un periodo de la historia con sociedades
abocadas a sus necesidades mínimas y no a la investigación. Entre los siglos XV
y XVIII comienzan a aparecer en el mundo síntomas de cambios muy profundos.
Transcurren las guerras religiosas, el expansionismo europeo con los imperios marítimos,
la colonización de América, las revoluciones burguesas en Holanda, Inglaterra, Norteamérica,
Francia, por citar algunos ejemplos, hechos que concentraron la atención de las
sociedades de la época. También, época donde surgen mentes brillantes como
Voltaire, Galileo Galilei o Miguel Ángel Buonarroti que contribuyen al cambio. En
lo referente a las máquinas, también aportan lo suyo, ilustres como el prodigio
matemático francés Blaise Pascal, quien enuncia el principio que lleva su
nombre en el “Tratado sobre el equilibrio de los líquidos” y descubre el
principio de la prensa hidráulica; o como el florentino Benvenuto Cellini que
construye la primera prensa de balancín o el incomparable Leonardo da Vinci.
Aparición de la máquina a vapor
Un
francés, Denis Papin, dio a conocer en 1690 el principio fundamental de la
máquina de vapor. Unos años más tarde, Thomas Newcomen en 1712 construyó unas
rudimentarias máquinas de vapor que se utilizaron para achicar (extraer) el
agua en las minas inglesas de carbón. Finalmente, James Watt, un joven escocés
de 29 años, construyó, bajo su diseño en 1765, las primeras máquinas de vapor
de uso industrial, que permitieron la independencia de las máquinas en el uso
de energía.
La
máquina de Watt permitió más flexibilidad en la instalación de las máquinas
herramientas, incluso podía aplicarse en equipos pequeños, permitiendo una
pronta proliferación de industrias de todo tipo (para la época industrias muy
importantes como la textil, naval, construcción, armamentística, ferroviaria,
entre otras) lo que provocó el mayor espaldarazo a lo que la historia conoce
como Revolución Industrial.
Lo
malo de las máquinas de vapor es que eran muy ruidosas, difíciles de encender,
requerían de mucho mantenimiento y, lamentablemente, resultaron muy sucias y
contaminantes. Sus detractores las llamaban las máquinas de negro, en alusión a
las grandes nubes de humo negro que generaban cuando estaban trabajando a
pleno.
Tampoco
eran muy populares entre quienes tenían que manejarlas, ya que la mayoría de
sus operadores tenían un sinnúmero de cicatrices, producto de quemaduras muy
frecuentes porque no contaban con las mínimas medidas de seguridad.
La Revolución
Industrial
Le
llevó mucho tiempo a Watt mejorar su invento. Para fines de 1780 pudo
perfeccionar la máquina de vapor convirtiéndola en una verdadera aplicación
práctica como proveedora de energía a las máquinas herramientas.
Con
esta máquina herramienta, equipada con un ingenioso cabezal giratorio y
desplazable, se consiguió un error máximo del espesor de una moneda de seis
peniques en un diámetro de 72 pulgadas. Evidentemente una tolerancia muy
grosera, hoy día, pero sufi ciente para garantizar el ajuste y hermetismo entre
pistón y cilindro de la máquina de vapor de Watt. A la máquina de vapor se le
suma una importante mejora en las tolerancias de fabricación, y las primeras herramientas
de acero al carbono, la sumatoria de las tres novedades tecnológicas resultan
los puntales de los grandes cambios y desarrollos que dieron vida a la
Revolución Industrial.
Las
máquinas creadas originariamente para el procesamiento de la madera fueron
copiadas, pero mejoradas para su utilización con materiales ferrosos. Así,
nacen máquinas herramientas como: tornos totalmente mecánicos (por ese entonces
los bastidores y bancadas eran de maderas duras, que fueron mayormente
reemplazadas por piezas de fundición); tornos con torretas (se usaban con un
solo porta herramientas, la variante estaba en incorporar varias herramientas para
distintas operatorias en una misma torreta); tornos copiadores mejorados (con
la particularidad de poder efectuar piezas idénticas, mecanizándolas con un
dispositivo llamado copiador, que permitía copiar un diseño patrón y así hacer
todas las piezas iguales); y un número importante de máquinas herramientas
desarrolladas en esa época. Las acepilladoras, mortajadoras, y taladradoras
fueron mejoradas, mientras que las pulidoras, también llamadas rectificadoras, fueron
rediseñadas para el uso de nuevos tipos de piedras. Por último, nace la
-quizás- máquina de mayor desarrollo desde su creación hasta nuestros días, la fresadora.
Diseño y uso de
Máquinas Herramientas
Se
denomina máquinas herramientas a las herramientas que utilizan una fuente de
energía distinta del movimiento humano, aunque también puedan ser movidas por
personas cuando no hay otra fuente de energía. Los historiadores de la tecnología
consideran que las máquinas herramientas nacieron cuando se eliminó la
actuación directa del hombre en el proceso de dar forma o troquelar los
distintos tipos de herramientas.
Se
considera que el primer torno que puede considerarse máquina herramienta fue el
inventado alrededor de 1751 por Jacques de Vaucanson, porque fue el primero que
incorporó el instrumento de corte en una cabeza ajustable mecánicamente, quitándolo
de las manos del operario.
Las
máquinas herramientas pueden utilizar una gran variedad de fuentes de energía.
Tanto la energía humana como la animal son opciones posibles, como lo es la
energía obtenida a través del uso de ruedas hidráulicas. Sin embargo, el
desarrollo real de las máquinas herramientas comenzó tras la invención de la máquina
de vapor, que llevó a la Revolución Industrial. Hoy en día, la mayor parte de
ellas funcionan con energía eléctrica.
La
industrialización del mundo moderno está cimentada en la variedad y el crecimiento
de las máquinas herramientas. Difícilmente, se encuentre un rubro de productos tangibles
que no cuente en su cadena de investigación, de desarrollo, productiva o
complementaria, con la utilización de algún tipo simple o especial de máquina
herramienta. A través de una mejora constante, producto de la aplicación de la
hidráulica, neumática, fluídica y dispositivos electrónicos-como el control
numérico computarizado-, durante los últimos ciento cincuenta años, las máquinas
herramientas modernas se volvieron más precisas y eficientes. Estas máquinas
herramientas básicas o convencionales fueron evolucionando hasta llegar a los
actuales centros de mecanizado, que permiten aventurar un futuro muy provechoso
para todos los procesos de mecanizado a realizar con las máquinas actuales.
Rubros más destacados
en el uso de máquinas herramientas
Las
máquinas herramientas en sus orígenes eran máquinas muy simples, compuestas
básicamente por un cuadro base o estructura central, a la que se le adosaban
distintos tipos de dispositivos que funcionaban con movimientos sencillos.
Estos movimientos cíclicos, pendulares o circulares, presentaban opciones para
dar forma a una pieza.
En
todos los casos, las máquinas herramientas aportaron la variante operacional
del trabajo de mecanizado, ya que el trabajo de dar forma siempre fue realizado
por una herramienta, por ejemplo: en el caso de una prensa o balancín: el
molde; o en un torno paralelo: la herramienta de corte. Los responsables de dar
forma a la pieza, ya sea por deformación o arranque de viruta, son los moldes o
las herramientas de corte que realizan el trabajo real y definitivo sobre la
pieza en cuestión.
A
través de los últimos años, fueron ampliando sus capacidades productivas, se
fueron sofisticando sus procesos de aplicación en diversos rubros. Su uso
creció en forma desmesurada, a medida que se incrementaban los programas de
producción en los rubros que hacían uso de ellas.
Las
primeras y más recordadas, fueron las utilizadas por los rubros que trabajaban
originariamente la madera (máquinas cepilladoras, tornos madereros y sierras) y
los textiles que fabricaban telas (telares, hilanderas). La Revolución
Industrial dio un impulso muy importante para que se produjeran los cambios que
llegan a nuestros días.
Si
bien en la actualidad, el espectro de las máquinas herramientas es muy amplio,
es posible establecer dentro de unas industrias mundialmente globalizadas, unos
porcentuales aproximados de cuáles son los rubros con mayor utilización de
dichas máquinas herramientas el rubro metalmecánico es el que más utiliza las
máquinas herramientas.
Convengamos
que la utilización, manipulación y consumo de materiales ferrosos, compuestos metálicos
y todo tipo de derivados de estos, han abarcado, históricamente, un importante abanico
de industrias que los utilizan en los últimos ciento cincuenta años,
posibilitando un crecimiento y desarrollo que permite al rubro metalmecánico
sobresalir sobre los otros.
Un
capítulo aparte se merece el rubro del plástico (que utiliza máquinas
inyectoras, extrusoras y mezcladoras, entre otras) porque el segundo lugar es
producto de un desarrollo de tan solo cincuenta años. Al
citar otros, quedan comprendidos varios rubros donde la utilización de máquinas
herramientas no es tan relevante como el caso de la metalmecánica. Entre ellos
se mencionan: equipos de soldadura, maquinaria para el movimiento de materiales
(zorras, elevadores, porta pallets, etc.), o máquinas para pintado. Con
la actual globalización y con el transcurso del siglo XXI, se producirán
cambios más que importantes sobre estos rubros. La llegada de nuevos materiales,
la cibernética, robótica y distintos procesos de fabricación, seguramente
plantearán el desarrollo y creación de tipos y diseños de nuevas máquinas
herramientas. No sabemos si serán mejores o peores, pero sí que serán
distintas.
Industrias del rubro
metalmecánico que utilizan máquinas herramientas
Es
imposible imaginar una industria automotriz sin máquinas herramientas, ya sea por
utilización propia de parte de las mismas fábricas de automóviles o por sus
proveedores autopartistas, que cuentan con gigantescas redes productivas de
productos para las líneas de montajes de las terminales, como para la
producción de accesorios y repuestos. A las máquinas herramientas
convencionales utilizadas desde un primer momento, hoy se le suman las máquinas
más modernas de alta productividad: equipos con CNC (máquinas herramientas con
controles numéricos computadorizados), la robótica (que agiliza las líneas de
montajes o las líneas de estampados, de pintura, de movimiento de materiales y
muchas otras en las terminales automotrices).
Otra
gran industria que utiliza muchas máquinas herramientas es la Petrolífera. Es
prácticamente imposible pensar en un barreno de exploración petrolífera
fabricado a mano. Está compuesto por caños con cuplas, acoples, prolongaciones,
equipos de perforación, bombas y válvulas que tienen que ser fabricadas con
máquinas herramientas, mayoritariamente con arranque de viruta. En esta
industria tienen gran predominio los tornos de todo tipo convencionales y CNC.
Por
historia y antigüedad, la industria Ferroviaria tiene otra gran relación con
las máquinas herramientas. Pero tanto esta industria, como la Naval y la Minera
utilizan equipos de gran porte, esto las hace más bien exclusivas.
Generalmente, se tratan de máquinas para el mecanizado de grandes piezas,
pesadas y mayoritariamente voluminosas que requieren de máquinas de diseños
especiales reforzados y que son sometidas generalmente a tratos bruscos.
La
industria Armamentística utilizó máquinas herramientas desde sus inicios,
prácticamente fue la que las obligó a evolucionar constantemente. Ya Napoleón
exigió a sus armeros crear las condiciones más propicias para estandarizar los
repuestos y piezas de los fusiles y cañones que utilizarían sus ejércitos. La
forma más criteriosa fue fabricarlas por medio de máquinas herramientas que
permitían producir piezas iguales. La Gran Guerra y la Segunda Guerra Mundial
fueron terribles caldos de cultivo para el desarrollo de nuevas ideas
aplicables a las máquinas herramientas, ya
sea para sus diseños, como para la mejora en las producciones de armamento,
maquinarias (blindados, tanques, barcos, submarinos y aviones) y motorizaciones
de todo tipo.
La
misma industria que fabrica las Máquinas Herramientas se transformó en una gran
usuaria de ellas. En el mundo actual podemos encontrar gran cantidad de
fábricas de primer nivel que cuentan, sin lugar a dudas, con las máquinas
herramientas más sofisticadas y modernas de la actualidad.
Las
industrias Metalurgia y Electromecánica están compuestas por empresas y pymes
que utilizan pequeños a medianos equipamientos. Trabajan con un parque de
máquinas herramientas para nada despreciable, generalmente aplicado a pequeños
talleres, matricerías, fábricas de repuestos, talleres de mantenimiento y
establecimientos con pequeñas producciones.
Por
último, queda nombrar algunas industrias que utilizan máquinas herramientas,
son las industrias para la fabricación de Máquinas Agrícolas y la Siderurgia.
La primera es una industria de gran consolidación en los últimos años,
requiriendo año tras año nuevas máquinas herramientas para satisfacer los
requerimientos de los novedosos diseños, de las sorprendentes y modernas
máquinas agrícolas. La siderurgia, se caracteriza por el uso de máquinas
herramientas para el mecanizado de grandes rodillos o cilindros de trenes de
laminación etc. Equipos de igual o mayor envergadura que los utilizados por las
industrias ferroviaria, naval o minera.
Proceso de mecanizado
sin arranque de viruta
Se
puede definir como mecanizado, al proceso de transformación que se produce en
una pieza, al llevarla de una forma o material en bruto, a su dimensión ideal o
próxima, por medio del trabajo de una herramienta o molde. Este proceso cuenta
con dos variantes bien definidas: mecanizado sin arranque de viruta o
mecanizado con arranque de viruta, ambos procesos son realizados por máquinas
herramientas desarrolladas para tal fi n. Estos procesos cuentan con consumos
dispares:
El primero, sin arranque de viruta, es un proceso de mecanizado que se realiza con máquinas herramientas consideradas de un segundo nivel, ya que la mayoría de esas máquinas establecen un tipo de mecanizado primario simple, son pocas las máquinas que efectúan operatorias de pieza terminada. Generalmente, es un proceso que produce materiales o piezas que luego cuentan con una segunda etapa de mecanizado posterior o de terminación. Se los denomina sin arranque de viruta porque los procesos como: laminado, forja, estampado, prensado, trefilado, extrusión, doblado, embutido, etc. son procesos que buscan obtener la deformación de la pieza original, llevándola a un determinado formato o tamaño, mediante distintos procesos físicos, que pueden ser realizados en caliente o en frío, según el diseño y el material. El laminado, estampado, prensado y doblado pueden hacerse tanto en frío como en caliente, según la necesidad. En cambio, forja, trefilado, extrusión y embutido deben realizarse siempre en caliente. En estos casos se procesa la materia prima en un estado y forma, para transformarla en otra o llevarla al diseño de una pieza.
El primero, sin arranque de viruta, es un proceso de mecanizado que se realiza con máquinas herramientas consideradas de un segundo nivel, ya que la mayoría de esas máquinas establecen un tipo de mecanizado primario simple, son pocas las máquinas que efectúan operatorias de pieza terminada. Generalmente, es un proceso que produce materiales o piezas que luego cuentan con una segunda etapa de mecanizado posterior o de terminación. Se los denomina sin arranque de viruta porque los procesos como: laminado, forja, estampado, prensado, trefilado, extrusión, doblado, embutido, etc. son procesos que buscan obtener la deformación de la pieza original, llevándola a un determinado formato o tamaño, mediante distintos procesos físicos, que pueden ser realizados en caliente o en frío, según el diseño y el material. El laminado, estampado, prensado y doblado pueden hacerse tanto en frío como en caliente, según la necesidad. En cambio, forja, trefilado, extrusión y embutido deben realizarse siempre en caliente. En estos casos se procesa la materia prima en un estado y forma, para transformarla en otra o llevarla al diseño de una pieza.
Proceso de mecanizado
con arranque de viruta
En
general, el proceso con arranque de viruta es el más utilizado, también es el
que más desarrollo tuvo a lo largo de los años. Se realiza en máquinas cuyo
trabajo consiste en llevar una pieza o materia prima al formato o diseño definido
previamente, mediante el trabajo de una o varias herramientas de corte,
mediante las operatorias que permita la máquina (rotación, translación, otras).
Los procesos más utilizados son: torneado, fresado, perforado, taladrado,
mandrinado, cepillado, escariado, aserrado, rectificado, bruñido, tronzado, alisado,
electroerosionado. Para cada caso, existe una máquina herramienta diseñada para
llevar adelante el proceso o modalidad de arranque de viruta correspondiente.
Todas estas máquinas tienen como característica principal el sacar viruta de la
pieza que se está mecanizando. Para ello existen varias tareas alternativas,
que son posibles de realizar de acuerdo a las características y dispositivos de
la máquina herramienta.
Las
máquinas herramientas cuentan con dos tipos de movimientos importantes, con los
que se que podrán determinar cómo y quién efectuará los movimientos. Para
determinar cómo, se usarán movimientos de translación o rotación; para
determinar quién se verá si se mueve la pieza o la herramienta. Por ejemplo: un
caso de translación de la pieza, sería un cepillo mecánico, donde la pieza
sujeta a una base es la que se mueve y la herramienta está fija. En cambio, si
fuese translación de la herramienta, el caso sería una limadora o serrucho
mecánico se movería y la pieza estaría fija.
El
caso de máquinas con rotación de la pieza, sería un torno o tronzadora, donde
la pieza está sujeta a un plato giratorio que gira a distintas velocidades,
mientras la herramienta se encuentra en una torreta fija y solo se mueve en
forma transversal o paralela al eje de la pieza. Los casos más comunes de
rotación de la herramienta son la fresadora, taladradora o alisadora.
Tienen
la pieza sujeta a una mesada que se moverá en cruz, mientras la herramienta
está sujeta a un husillo que gira, efectuando su trabajo respondiendo a los
movimientos en cruz, los mismos ejes del movimiento de la pieza.
Las máquinas
herramientas más conocidas son las que podríamos llamar convencionales. Generalmente,
están compuestas por una estructura básica y un proceso de funcionamiento simple.
Las más conocidas son: tornos, fresadoras, perforadoras o agujereadotas,
serruchos y rectificadoras. Estos temas serán tratados y explicados en el próximo blog.
Sou um grande leitor do seu blog e hoje quero partilhar a minha experiência de vida com um credor que me ajudou durante todo o período da pandemia Covid-19, quando tudo estava a desmoronar-se para mim e para o meu negócio, mas quando escrevo o Sr. Pedro , endereço de e-mail de um agente de crédito: pedroloanss@gmail.com, ele aconselha sobre o programa de empréstimo atual que está disponível para alguém como eu na minha situação, por isso prossigo, após 3 dias do processo recebi o meu empréstimo no o meu banco e hoje o meu o negócio está a correr bem e o pagamento do empréstimo é a 5 anos com uma taxa de 2% e o valor do empréstimo que recebi é de 83.000. Euro. O Sr. Pedro pode ajudar com qualquer tipo de empréstimo ou empréstimo para investimento a uma taxa muito baixa e com um reembolso flexível. Contacto WhatsApp: +393510140339
ResponderEliminarObrigada mais uma vez, deixas tudo lindo no teu blog.
Adriana Rob
Leitura da Grécia.